Has sido todo
lo que no debías ser.
Serías mi apoyo
y ahora no me quieres ni ver.
Dónde están esas promesas
que un día fueron verdad,
dónde están esas piezas
que en teoría debían encajar.
Yo navego, qué remedio,
sin temor a la muerte,
mas dónde estás, mi vida,
que me abandonas a mi suerte.
Aquí espero, semblante serio,
concentrado en mi trabajo
que es surcar el mar, mi cruz,
esperando mi naufragio.
Y quién soy yo
para navegar a contracorriente.
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