MICROPOEMA VI

En línea,
pero desconectados.

TATUADO EN EL ALMA

Llego a la misma playa...
cada noche la misma batalla.
Tu frialdad me mantiene a raya...
Al menos hasta que mi corazón estalla.

Sigo paseando con este frío...
Pensando en lo tuyo, pensando en lo mío.
No hay quien rompa el nudo de este lío...
No quedan rotos para este descosío.

El mar se encarga de borrar mis huellas...
Justo lo que mi mente no puede hacer con ella.
A veces me ahogo en este mar de problemas...
Entiérrame como un cigarro en la arena.

Una estrella fugaz surca el firmamento...
Y yo sentado en la orilla espero.
Si es cierto que conceden deseos...
Que por lo menos ames mi recuerdo.

La mar salada no olvida lo que hice...
Por eso su sal no cura mis cicatrices.
Ahora solo sólo intento seguir sus directrices...
Para que tú sin mí y yo sin ti seamos felices.

No pido más porque no merezco nada...
Vivo en la tempestad que no deja llegar la calma.
Navego sobre las lágrimas de mi almohada...
Tatuado en el alma: "Marinero de agua amarga".

RÉQUIEM [23]

Visto el negro
que, irónicamente,
contrasta con el cielo.

En el cementerio,
estoico, flor en mano,
presento mis respetos.

A un lado, el miedo,
al otro, la incertidumbre,
y yo, en medio, sereno.

Veintitrés deseos,
doce razones,
siete entierros.

Sopla el viento
y mientras sonrío
aparto un mechón de mi pelo.

Hinco la rodilla al suelo
ante la tumba que reza:
"Aquí yacen nuestros recuerdos".

RONIN [27]

Paseo bajo cerezos
que mueren lentamente
por el frío.

Cubro mi rostro
y mi vergüenza
bajo la sombra del kasa.

Meiyo y Eikō dormitan
en su funda,
algún día despertarán.

Mi pecado es ser fiel
al bushidō
y no apartarme de su camino.

Por eso ahora deambulo
con la esperanza
de encontrar un sentido.

Fui el único superviviente,
otros veintisiete ya cayeron,
luchando contra dos mil diecinueve.

No habrán muerto en vano,
sé que llegará mi seppuku
pero más tarde que temprano.

Pienso en la tierra que piso,
en las hojas de otoño
traicionadas por la belleza.

No existe daimyō que compre mi sueño,
pues me llaman Ronin
y no tengo rumbo, ni dueño.

LUZ

Te fuiste, luz del sur,

sin rumbo, sin saber dónde,
y cuando pude encontrarte
te hiciste luz del norte.

Recuerdos de tus destellos
son lo único que tengo,
ibas a ser mía y yo tuyo,
pero no coincidimos momentos.

No sé si me arrepiento
del camino incierto que dejamos atrás,
sólo sé que fuiste polvo (estelar)
y ahora eres mi estrella polar.

Mas no hagas caso
de mis pobres desvaríos,
sólo sé luz de ocaso
que guíe el cauce de este río.

Un último deseo te escribo,
luz que salvaguarda a los hombres,
si alguna vez acudes a mí
mantenme inmaculado como tu nombre.


Mi luz.

SOMBRA

La hija de puta no me deja tranquilo,
me acecha por la espalda,
rodea mi cuello con sus garras,
no me da un respiro.

Su risa hueca retumba en mis oídos,
pasea su lengua por mi garganta,
me espanta
con recuerdos no vividos.

Su gorgoteo cacofónico es el ruido
que de madrugada
me saca de la cama,
hoy tampoco he dormido.

Una sombra de lo que nunca he sido,
mi sombra, que me acompaña,
me alecciona y me daña
porque no he aprendido.

Desisto, me resigno en recibir castigo
por no cuidar a quien me ama,
tantas veces, tantas...
Y por el pecado de seguir vivo.


Mi sombra.

NOCHE CERRADA

Hoy es noche cerrada,
otra de tantas,
y abandono mi mirada
hasta la madrugada.

No hay ruido, no hay eco,
no hay risas, no hay almas,
no hay sirenas, no hay fuego,
nada nuevo, no hay nada.

Donde reinaban estrellas
la oscuridad ahora abarca,
donde orbitaban planetas
la noche lo espanta.

Y qué triste foto...
Porque es noche cerrada,
y al igual que entre nosotros,
no consigo ver nada.