CONFESIÓN

Confieso que soy culpable
de quererte.

Por el delito de nacer
y el pecado de respirar.

Por ensuciar con mis manos
la belleza más prístina.

Por romper con mi estupidez
el andamio que me sostuvo.

Confieso que merezco castigo
y pena condenatoria.

Pues no debo salir impune
ni mi crueldad airosa.

Pues tu vida resbaló entre mis manos
como agua de Mayo.

Pues sé que fue por mi culpa
que ahora ande escribiendo estos versos.

PANDEMIA

Porque no deberías estar,
ni te esperaba.

Porque eres inevitable
y has de suceder.

Porque algo tan pequeño
paraliza mi mundo.

Porque haces lo que debes
y aun así dañas.

Porque intento protegerme
pero rompes mis defensas.

Porque has invadido mi cuerpo
sin mi permiso.

Porque no tengo elección,
nunca la he tenido.

Porque estás en mi sangre
y te escondes en mi corazón.

Porque una vez dentro...
Dentro para siempre.

MANTRA

Buscando en cada esquina,
ronda en mi cabeza
una sola certeza:
Ruina.

Se fue tal y como vino
y yo asumo un mantra
que mis males espanta:
Viaje antes que destino.

En otro plano astral,
nómada del universo
huyo de lo perverso
del delito de amar.

Soy la ola rompiendo la playa,
la furia de lo salvaje
sin compañera de viaje
vaya allá donde vaya.

Sostengo la verdad en mis manos
mientras pienso en el regazo
que rompió los últimos lazos
que me ataban al amor humano.

SINESTESIA

Cierro los ojos y veo miel,
abro la boca y sabe dulce,
paso la mano y noto suave,
sonrío y estás conmigo...

Todos mis sentidos
me traicionan de noche,

Pues abro los ojos y no te veo,
cierro la boca y sigue seca
aparto la mano y noto frío
porque no estás bajo mis sábanas.

MICROPOEMA X

Intenté que fuésemos la excepción a la regla,
pero nos hiciste esclavos de la estadística.

OJERAS

Se apagan estos ojos sin brillo,
descansando sobre profundas ojeras,
privados del sueño para siempre,
muriendo con los párpados cerrados.

Se cierne la noche eterna que nunca tuve
y que a partir de ahora no me dejará,
pues el deseo fue tan fuerte como mi culpa
y cumplo condena sin fianza.

No hay vuelta atrás posible ni remedio,
el castigo es severo y merecido,
la oscuridad reina con puño de hierro,
y la soledad me tortura sin compasión.

Ni siquiera las lágrimas son transparentes,
no hay luz que atraviese esta negrura,
caminaré a ciegas en esta senda,
recordando el extinto brillo de mis ojos.

PALABRAS

Hay tantas cosas que no te dije,
que no te digo,
que no te diré

que mi alma se parte en mil pedazos
porque no te veo
y ya nunca te veré.