lunes, 28 de octubre de 2019

EOLO

Pasado el barbecho,
levanto la mirada
bajo mi sombrero de paja,
contemplando mi tierra.

En ella he vivido,
en ella he llorado,
en ella he amado,
en ella he sangrado.

Eolo es mi nombre,
mis entrañas en la tierra,
pues sembré vientos
y ahora recolecto tormentas.


jueves, 24 de octubre de 2019

SIN SABOR

Otro puto día más con este sin sabor.

Quién me ha visto, quién me ve,
quién me lee, quién me escucha,
si sé que nací solo,
y del mismo modo iré a la tumba.

Quién será mi sombra, quién mi noche,
quién mi luna,
si cada vez hay más personas
y no me entiendo con ninguna.

Quién será llave maestra
que abra todas mis puertas,
quién el capitán del barco
fantasma que nadie gobierna.

Quién recorrerá mi espalda,
con los dedos de la mano,
quién hará que me olvide
por un momento de que soy humano.

Quién me querrá como a un hijo,
quién me hará llorar como un hombre,
quién me hará tatuar a fuego
en mi corazón su nombre.

Quién será sacerdotisa de mi templo,
quién mi guía,
quién sauce de vida
en esta ciénaga escondida.

Quién será mi luz, quién mi día,
quién mi sol,
quién será el cuerpo
por el que abandone a Dios.

Quién será esperanza,
quién paloma de fe ciega,
porque el amor nos da
lo que el odio nos niega.

Quién será mi paraíso,
quién mi costilla, quién mi Eva,
Quién señora del castillo,
quién mi ama, quién mi reina.

Quién querrá a esta flor marchita
en primavera,
cuando las demás florezcan
y sean más hermosas que ella.

No me importa quién me cuide,
no me importa quién me proteja,
porque como cualquier planta
sólo crezco si me echan más mierda.

Y otro puto día más con este sin sabor.


lunes, 21 de octubre de 2019

CASTILLO DE NAIPES

Soy Rey en mi castillo,
mas no tengo vasallos,
no tengo Corte que me venere
ni Reina que caliente mi lecho.

Vivo en un castillo de naipes,
colocados meticulosamente,
con temor a que el viento sople
y me deje con cara de póker.


martes, 8 de octubre de 2019

REMAR

He vuelto a ese muelle
del que un día desembarqué
abandonando mi barca,
ahora podrida su madera,
agrietada como mi alma,
los remos perdidos,
sin estrella polar,
pero la mar tranquila.

Si hice bien o hice mal
no me angustia, no ahora
que sigue esperándome
tanto tiempo después,
pues sé con certeza
que me ha perdonado
y que mecerá mi cuerpo
mientras siga en sus brazos.

Cojo dos ramas caídas
que encontré en el camino
y subo, un pie tras otro,
y aunque el agua
se cuela por sus cicatrices,
sé que no me amenaza,
me ha echado de menos.

Y miro arriba,
la noche cerrada, oscura
tras la marcha de mi estrella.
Pero sonrío
porque por fin consigo ver
el resto de constelaciones,
el cosmos que se revela.

Vuelvo a ser
marinero de agua amarga.


lunes, 7 de octubre de 2019

TANTO

Tantos
Que no pudieron.

Cuántos
Que no quisieron.

Tantos...

Y tú y yo,
Mientras tanto,
Tanteándonos
De tanto en tanto...


ACEITUNA PEREGRINA

La historia de una aceituna
Del olivo una vez caída.
Valiente, brava y decidida
Decidió saltar de su cuna.

"¡Quiero ser peregrina!"
gritó entusiasmada al olivo,
Mas no sabía qué hacer.
"Aceituna, si eso quieres ser..."
(Éste le susurró al oído)
"Entonces tan solo camina".

Rumbo al norte, sin descanso,
Grandes ríos, prados mansos...

Prendada de su gastronomía,
Qué manjares.. y no la culpo,
Pues "Está bien vivir de la lluvia...
¡Pero mucho mejor inflarse a pulpo!".

Y anduvo,
mas sin saber aún por qué lo hacía,
Y se detuvo,
Al llegar a Santiago el último día.

"Ya sé qué es ser peregrino,
Ya sé qué busca este cisma".
Y es que al final del camino
Se encontró consigo misma.