domingo, 10 de marzo de 2013

LA LÍNEA


El mundo está construido por fronteras,
la vida misma está marcada por barreras,
todo ha de tener un extremo, un orden,
un límite para no desviarnos en esta senda
incierta que llamamos vida
y no salir de la línea que delimita el camino.

Pero... Si cruzas esa línea,
si ves más allá de lo que tus ojos ven,
de lo que tus oídos escuchan,
de lo que tu corazón siente,
puede que dejes de pensar
aquello que tu mente quiere que pienses,
y te encuentres desnudo
frente a un espejo
y por fin te encuentres.

Si cruzas esa línea,
comprobarás que sólo eres carne, hueso,
vísceras y sentimientos,
que lloras como todo el mundo
aunque creas que sufres como ninguno,
que eres especial sólo por el hecho de ser,
de estar, de pensar, de reír, de sentir y de amar,
que tu presente ya es pasado,
que el futuro nunca llegará
porque seguirá siendo futuro,
no te atormentarás por el qué hiciste,
ni el qué haré,
porque caerás en la cuenta
de que no tiene sentido
preocuparse por algo que nunca será
o que ya fue.

¡Vamos! Te invito a cruzar esa línea, ¡a qué esperas!
Sólo al otro lado entenderás la belleza
de la música,
sólo allí entenderás que no existen medias naranjas,
sino piezas de fruta únicas,
que merece la pena
luchar por amor,
y si el amor es paz,
serás el soldado que vaya a la guerra.

Pero antes tendrás que cruzar esa línea.


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