miércoles, 4 de marzo de 2020

OJERAS

Se apagan estos ojos sin brillo,
descansando sobre profundas ojeras,
privados del sueño para siempre,
muriendo con los párpados cerrados.

Se cierne la noche eterna que nunca tuve
y que a partir de ahora no me dejará,
pues el deseo fue tan fuerte como mi culpa
y cumplo condena sin fianza.

No hay vuelta atrás posible ni remedio,
el castigo es severo y merecido,
la oscuridad reina con puño de hierro,
y la soledad me tortura sin compasión.

Ni siquiera las lágrimas son transparentes,
no hay luz que atraviese esta negrura,
caminaré a ciegas en esta senda,
recordando el extinto brillo de mis ojos.


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